16.12.13

Matriarcado

Me crié en un ambiente cargado de estrógeno.
Del que si te marchabas era por cobardía.
Muchos lo fueron.

Aprendí el valor de la unión, del poder y del amor.
De la lucha. De la rabia. Del dolor.
Me enseñaron a seguir adelante,
incluso si pretendían dejarme atrás.

El agua salada solo existe en el mar,
de tus ojos solo podrán brotar sonrisas.
Lo tomé al pie de la letra.

El silencio vale más que nada y que todo,
siempre y cuando conozcas tu interior.
Sigo manteniéndolo hoy en día.

Leonas feroces que en momentos duros
supieron guiarme. Lo agradezco.
Les debo algo, lo hago con gusto.
No me cuesta decirles que sí.

Hay orgullo, hay amor, hay paz.
Se acerca y se aleja. No quiere marchar.
Hay miedo. Tengo miedo.

Mi iris se rodeará de lo malo,
de lo triste, de lo sucio.
Caerá poco a poco.
Me dijiste que no ocurriera.
No me preocupa.
Sé que me perdonarás.

Mientras tanto, aquí sigues.
Y te aseguro que eso vale más
que todo, que el silencio
que cada vez que me miras
te dedico.


15.12.13

Todas las canciones hablan de mí

No son más que una cierta sucesión de letras,
casi aleatoria.
Aparentemente arbitraria.
Pero desde luego no es casual.

De fonética caprichosa algunas,
fricativas o africadas.
Oclusivas y vibrantes.
Todas diferentes.

Recorren el caracol,
el yunque y el martillo.
Ignorando tanto su procedencia
como su destino.

Llegan a cierta neurona que me dice que sí,
que es tan cierto como lo creo.
Que una punta de grafito materializó
mis conexiones sinápticas.
Ayudando a aquellas fallidas que no dejan de molestar.

Una escala,
un acorde,
un arpegio.
Y se completa.